30 de mayo de 2012

Puertas de Gotham, pasado y presente



Todo lo que tiene que ver con Scott Snyder merece mucho la pena, y es que, el guionista, le ha cogido la medida (y de qué manera) al murciélago. En este Batman: Puertas de Gotham, donde comparte autoría en el argumento con Kyle Higgins (que se encarga del guión), nos cuenta una historia, alternando pasado y presente, que sirve como excelente prólogo para el relanzamiento de Batman, “su” Batman (a pachas con Greg Capullo) y de ese gran misterio que esconden los búhos, dándole a la oscura ciudad de Gotham un pasado con mayúsculas.




La historia, situada en el presente, nos cuenta como Dick Grayson, que porta el manto del murciélago tras la ausencia de Bruce Wayne, investiga la desaparición de una gran cantidad de explosivos, viendo como, durante la investigación, explotan varios puentes de la ciudad, dando comienzo así a una caza contrarreloj del misterioso responsable con la ayuda de Robin (Damian Wayne), Red Robin (Tim Drake), Black Bat (Cassandra Cain) y, claro está, la policía de Gotham con James Gordon a la cabeza.




La historia situada en el pasado, nos enseña una Gotham incipiente, preparada para su inminente crecimiento de la mano de tres importantes familias: Cobblepot, Elliot y Wayne.

Familias que verán cumplidas sus expectativas viendo crecer una ciudad que, pese a tal deslumbrante progreso, no podrá evitar conflictos y secretos que marcarán, y de qué manera, el futuro de Gotham y de sus descendientes.




El guión se mantiene firme en todo momento, disfrutándose mucho más cuando repasamos los acontecimientos del pasado, ya que es esta historia, con diferencia, la que marca el tomo y  la que tira del murciélago y su búsqueda del destructor de puentes en el presente.

¿Qué conexión habrá entre el pasado y el presente de Gotham? ¿Qué moverá al misterioso enemigo para entrañar tales propósitos? Snyder y Higgins nos van planteando misterios que van saliendo a la luz en su debido momento, entrelazando acontecimientos del pasado con consecuencias en el presente de una forma donde el lector no se pierde en ningún momento.




El apartado gráfico corre a cargo de Trevor McCarthy y Graham Nolan, y se complementa bastante bien con el guión. Trazos claros que dan a los personajes, en bastantes ocasiones, sensación de dibujos animados mientras que por otra parte, en determinadas viñetas, forman trazos que parecen inacabados para reflejar la estructura de la ciudad. A destacar el toque vintage y de tonos sepias de la historia pasada de Gotham, que hace que el lector se vea más inmerso aun en la historia que cuando ve a Batman en la oscura ciudad actual.




ECC nos trae este tomo en formato cartoné bastante bueno que consta de la historia completa (5 números USA), un artículo que sitúa tanto al lector como a la historia en el universo del murciélago y, algo que siempre agradezco, portadas tanto originales como alternativas de las ediciones USA. 112 páginas por 10,50€ que, si eres amante del murciélago, deberías tener.

23 de mayo de 2012

Morning Glories, la academia del terror




Dos números. Solo dos números han hecho falta para que me sienta atrapado en esa amalgama de misterios que es Morning Glories y, todo sea dicho, ni ganas tengo de salir de ella. Morning Glories es una serie regular que empezó su andadura, de la mano de Image Comics, en agosto de 2010 con Nick Spencer como guionista, Joe Eisma a los lápices y portadas (bastantes acertadas, por cierto) de Rodin Esquejo.

En boca del propio Spencer, Morning Glories es “Runaways meets Lost” (es decir, cuando Runaways conoce a Perdidos) y dicha afirmación no cae en agua de borrajas ya que si tenéis una leve idea de qué va Runaways o simplemente conocéis Perdidos, esa serie de televisión que tantas pasiones levantó, sabréis a lo que me refiero con esta historia.




La premisa planteada por Spencer es muy simple, de fácil entendimiento y que hace al lector familiarizarse fácilmente con los personajes. Una vez que éstos se acomodan en tu cabeza, el guionista te lleva, cual montaña rusa, a una acción trepidante con una velocidad de lectura considerable, y, sin darte cuenta, te ves inmerso de lleno como si fueras un estudiante más.

La historia nos sitúa en la vida de seis prometedores, a la vez que problemáticos, estudiantes: Casey, Zoe, Jade, Hunter, Ike y Jun, que son aceptados en la exclusiva Academia Morning Glory. Pero no todo es lo que parece en Morning Glory ya que la academia esconde demasiados secretos, demasiados misterios, y descubrirlos hará amenazar la integridad, no solo física, sino psíquica de todos ellos.

Todo esto hará, que, sin apenas tiempo para digerirlo, se vean envueltos en persecuciones, mentiras, traiciones y una red de horrores y pánico en cada esquina de cada pasillo de la academia, obligándolos, casi sin darse cuenta, a unir fuerzas para poder escapar de ese infierno.




El guión de Nick Spencer posee unos diálogos buenos, unos personajes muy creíbles que vemos evolucionar de forma muy rápida, dejando caer el velo inicial de “típicos adolescentes problemáticos” en favor de una conexión casi inmediata entre lector y personaje.

Es difícil no conectar con ellos, sentirte corriendo a su lado por los pasillos o incluso intentar gritar cuando los ves amenazados. Spencer ha conseguido con eso reforzar la columna vertebral de la historia, convirtiéndola así en todo un éxito.

Joe Eisma nos deleita con viñetas grandes, un trazo claro y sin borrones que favorece (muy mucho) la lectura y la rapidez que el guión requiere. Se echa en falta algo más de expresividad en determinados momentos de la historia y algunas posturas parecen algo forzadas, pero son detalles que no desmerecen en absoluto su trabajo. Sin llegar a ser un dibujo deslumbrante cumple con su cometido ya que consigue darnos esa velocidad de la que presume la historia.




Definitivamente estamos ante una de los pocos cómics que hay que leer si o si fuera del ámbito superheróico al que estamos acostumbrados por las dos grandes potencias del sector, Marvel y DC.

Pura acción, una historia peligrosa e inverosímil donde las haya y seis estudiantes luchando por su supervivencia. Morning Glories es muy recomendable, pero solo como lectura (¡No os confundáis!) ya que nunca querríais perderos por ninguno de sus pasillos.




En España, ha sido Panini la encargada de traernos esta historia (bastante tarde, por cierto) a nuestras manos, donde encontraremos en forma de libro con solapas el primer arco argumental (números 1-6 USA). 192 páginas al precio, algo excesivo, de 18€.

21 de mayo de 2012

el nuevo Batman, por Snyder y Capullo




Una vez acabada la hegemonía (unos cinco añitos que ha durado) de Grant Morrison controlando las manijas de todo un peso pesado de DC como Batman, le toca el turno a un casi recién llegado a esto del mainstream comiquero. Señoras y señores, os presento a Scott Snyder.

Y decía casi recién llegado porque Snyder ya venía de otra gran franquicia decera como es Detective Comics, donde ya dejó señales de que no estamos ante un guionista cualquiera, sino de uno con las ideas claras (y los altos cargos de DC lo saben). Si a todo esto le sumamos su buen hacer con la serie regular de la línea Vertigo, American Vampire, podemos decir que es, actualmente, uno de los guionistas estrella, no solo de DC Comics, sino del entorno comiquero en general.




El Batman que nos presenta Snyder en este Nuevo Universo, abandona la parafernalia cósmica, los enemigos más allá del planeta Tierra y cualquier viaje en el tiempo anterior. El Caballero Oscuro que ahora tenemos ante nuestros ojos es el más detectivesco de estos últimos años. Un personaje, como siempre debió ser, más oscuro. Un murciélago que verá como su propia cuidad, Gotham, se convertirá tanto en aliada como en enemiga de él mismo.

Y es que es ahí donde la brillantez del guionista sale aun más a la luz, ya que convierte a Gotham en protagonista, en una ciudad que respira a la par de sus habitantes, escondiendo misterios, amenazas y asesinos en la sombra, de tal magnitud,  que ni el propio Batman es capaz de llegar a imaginar. Sus grandes edificios, las majestuosas gárgolas que custodian la ciudad, todo está relacionado, entrelazado de tal forma que, viñeta a viñeta, no consigas despejar los ojos.




Gran parte de la culpa de que esta maraña de misterios y secretos profundos llegue al lector hasta tal punto de sentirse dentro de la propia historia, e incluso amenazado por ella, es de Greg Capullo, que con un dibujo absorbente, oscuro y muy dinámico consigue que el guión de Snyder cobre más fuerza aun si cabe. Dobles páginas que quitan el hipo, perspectivas asombrosas, luchas impactantes y un fiel y oscuro reflejo de la ciudad de Gotham, hacen de Capullo el dibujante perfecto para esta nueva andadura de Batman.

En boca del propio Capullo, la relación entre ambos no empezó muy bien, teniendo algún que otro rifirrafe, pero visto lo visto, tenemos aquí a una pareja que marcará una de las mejores etapas del murciélago en toda su historia y que, no tengo ninguna duda, será recordaba durante muchos años.




Si hay alguna serie que haya salido ganando con este, problemático para muchos y solución para pocos, relanzamiento de DC, es sin duda este nuevo Batman. Así que no lo dudes, si nunca has leído nada del murciélago, es la mejor oportunidad para empezar y si lo llevas leyendo muchos años, sabrás de lo que hablo.

El problema, desde el punto de vista del sufrido lector, viene cuando ECC decidió, bajo la misma cabecera de Batman, alternar esta serie con el Detective Comics de Tony Daniel, una serie que sin ser mala, está a años luz de la de Snyder. Así que un mes tendremos el Batman de Snyder y al mes siguiente el Detective Comics de Daniel. Una decisión, a mi parecer, bastante absurda pero con la que habrá que lidiar sin más remedio.

18 de mayo de 2012

Batman Y Robin en el Nuevo Universo DC




¿Qué hay más difícil que ser Batman? Pues ser padre, y si encima eres las dos cosas, agárrate los machos para poder llevar ambas cosas a buen cauce.

Uno de los relanzamientos de DC Comics en su The New 52 (renombrado por ECC en España como “el Nuevo Universo DC empieza aquí”) que más alicientes positivos tenía a priori, era el comienzo del Dúo Dinámico por excelencia, Batman y Robin. Sobre todo cuando el manto del murciélago volvía a manos de Bruce Wayne tras su periplo desaparecido, y que su compañero iba a ser, ni más ni menos, que su hijo Damian.




Las correrías anteriores de Damian como Robin venían a cargo de Grant Morrison y Frank Quitely, en el Batman Y Robin pre-Nuevo Universo DC, cuando Dick Grayson tomó el manto del murciélago y acogió a Damian como el nuevo Robin para poder tenerlo controlado y alejarlo, en cierto modo, de su anterior vida entre asesinos, ya que el chico, fue criado por su madre Talia Al Ghul, y entrenado en la Liga de Asesinos. Convertido ahora en todo un asesino en potencia a sus 10 años.

Peter Tomasi, guionista de la serie, toma como pilar principal el carácter de Damian, su forma de hacer las cosas frente a su padre y la preocupación de éste (junto a Alfred) de ver convertido al chico en algo que, en un principio, parece estar destinado a ser.




Así que, en este nuevo Batman Y Robin, tenemos una serie de enfrentamientos entre Bruce y Damian, poniendo de manifiesto que sus caracteres, pensamientos y formas de actuar son, a día de hoy, bastante opuestas. Mientras, sus alter ego, combaten juntos el crimen en Gotham. En medio de todo este vaivén de sentimientos y enfrentamientos entre padre e hijo, tenemos a un infatigable Alfred, preocupado por el chico y poniendo su experiencia, una vez más, al servicio del padre primerizo.

A todo esto, Batman ve como un nuevo villano (creado para la ocasión) llega a la ciudad de Gotham, un tal Nadie, que por lo visto es un viejo conocido de Bruce Wayne y cuyo primer enfrentamiento hará que Damian se vea involucrado de una forma inesperada, sin que Batman pueda evitarlo. Se empezará a vislumbrar el pasado de Nadie y de su antigua relación con Bruce, intentando éste apartarle de Damian. Nadie, por su parte, intentará acercarse al chico, conocedor de sus virtudes y su especial gusto por la violencia.



El dibujo de Patrick Gleason cumple su cometido y, aunque a veces parezca plano, acompaña perfectamente. Escenas de lucha y dobles páginas muy buenas, donde vemos desenvolverse bastante bien al combo. Destacar el diseño del nuevo villano, Nadie, que personalmente me ha gustado mucho.

Un buen comienzo, intrigante y de lectura fácil e intensa (si no les da a los mandamases de DC cambiar a guionista y dibujante), que ECC presenta en España en forma de tomo, conteniendo los números 1-4 USA (96 páginas) a un precio muy bueno (8,95€).




Me lo leí en 3 veces, releyendo algunas partes, y se hace corto ya que Tomasi controla bastante bien la historia por dos vías que están unidas de forma constante e irremediable: la relación padre/hijo y la de pareja justiciera de Gotham, Batman/Robin.

11 de mayo de 2012

Crónica de un recién estrenado "salonero" (Parte II)


en esta nueva Liga de la Justicia mando yo

Mi segundo día en el Salón se planteaba, en teoría, más corto y más relajado. Mi prioridad era poder coger número (solo daban 50 al día) para conseguir mis ansiadas firmas del tándem de moda decero: Snyder y Capullo (más ilustración de éste último), ir de turismo el resto de la mañana, y volver por la tarde para las mencionadas firmas para después seguir revoloteando por el Salón por zonas aun desconocidas.


mis ansiados números para las firmas

Conseguido el número, y ya que estaba allí y la cola aun no era muy grande, aproveché el momento y me hice también con números para el actual dibujante de Action Comics, Rags Morales, el catalán Pere Pérez (Batgirl entre otros), mi paisano Jesús Merino (tenía que llevarme su firma sí o sí para mi tomo de Los Vengadores: La Guerra del Destino) y finalmente, aunque no tenía nada de ellos, solo por el sorteo de un dibujo de cada uno realizado en ese mismo momento, también de Mark Buckingham (Fábulas, Doctor Extraño) y R.M. Guéra (autor del genial Scalped).

Este guirigay de números y autores me hizo cambiar mis planes de turismo mañanero por Barcelona, ya que tanto las firmas de Pérez y Merino como Buckingham y Guéra eran por la mañana (aquí mi novia se ganó otro pedacito de cielo, aguantando el chaparrón que no estaba planeado).


Pere Pérez y Jesús Merino en plena faena

Tras la breve entrevista a los autores españoles (mientras dibujaban) llegó la sesión de firmas, y tras esperar varias horas haciendo cola, conseguí que Pere Pérez me firmara el tomo #3 de Batgirl y Jesús Merino mi querido tomo de Los Vengadores: La Guerra del Destino mientras que mi novia, cual versión femenina de Jimmy Olsen, echaba fotos que yo, con la emoción, no podía hacer.

Después disfruté un poco de la presencia de Buckingham y Guéra y tras no ganar el sorteo de las ilustraciones recién hechas (y con la hora de la comida encima) salí del Salón mucho más tarde de lo que esperaba para hacer turismo por los alrededores y comer algo.

Ya con el estómago lleno, y tras haber estado descansando al aire libre en el monte de Montjuïc, volví al Salón para, una vez más en el stand de ECC, mezclarme entre el tumulto para oír otra breve entrevista (mientras dibujaba un Joker brutal) y la posterior sesión de firmas de Rags Morales.


junto a Rags Morales



Fue mucho más fluida y, tras una escueta conversación con dos comiqueros que estaban delante de mí en la cola, conseguí que me firmara el #1 de Superman y un comic gratuito de ilustraciones del Nuevo Universo de DC que los de ECC repartían a los presentes y cuya portada era la del Action Comics Vol. 2 #1 USA. Por supuesto que mi querida Jimmy Olsen, fotografió los momentos firmas y posado (más pedacitos de cielo para ti, pequeña padawan).

Llevaba todo el día en el stand de ECC, ya que apenas había pisado otro lugar del reciento pero ya se acercaba el plato fuerte y, aunque tenía los riñones algo molidos de estar de pie, el tramo final lo merecía. La dupla del murciélago apareció, y el tumulto se agrandó considerablemente, así que me coloqué en la cola lo más rápido que pude.

Ya que Capullo no dibujaría nada (podemos decir que los traía hechos de casa) todo fue mucho más rápido. Tanto a él como a Snyder se les veía muy cercanos, ahí sentados con sus respectivas cervezas, charlando con todo aquel que controlase el idioma de Shakespeare y fotografiándose con todo el que se lo pedía. Incluso el propio Capullo, en un momento de la firma, sacó su teléfono y se echó una foto junto a Snyder (que posteriormente vi subida en su Twitter).


Greg Capullo y Scott Snyder en la sesión de firmas

Me temblaban las piernas y apenas pude pronunciar un “I’m fine” cuando Capullo me preguntó “Hi, How are you?” y estampaba su firma con rotulador amarillo en mi grapa de Batman Vol. 2 #1. Grapa que, tras echarme una foto con Capullo en plan “colegas de toda la vida”, pasé a Snyder, que también firmó.

Inmediatamente tras coger mi grapa, saqué de mi bolsa el tomo de Detective Comics #1 y el Severed, ambos de Planeta. Me sorprendió la humildad del guionista, ya que al ver los dos tomos que sacaba de mi bolsa me dio las gracias, como agradeciendo que comprara su trabajo. Me hizo sentir bien.

Una vez concluida la epopeya de colas, entrevistas y firmas y con los deberes hechos (¡Tengo sus firmas, sí señor!), me presenté en la Sala de Exposiciones donde los chicos de ECC junto al vicepresidente de DC Comics presentaban de forma breve los lanzamientos de su Nuevo Universo en España (mientras mi novia, sorprendentemente, ojeaba el Batman Vol. 2 #1).


junto a Greg Capullo


junto a Scott Snyder

Ya con el tiempo encima y el cierre del Salón cercano, recorrí la parte dedicada a algunas exposiciones y promociones de futuros estrenos (sí, Prometheus estaba allí con su cabeza gigante). Mazinger Z, Astroboy, Doraemon, incluso Star Wars tenía una pequeña muestra de ilustraciones, muñecos de colección y varios R2D2 que se movían y todo (era una foto obligada).

Disfruté menos de lo que me hubiese gustado la exposición (muy emotiva) dedicada al gran Moebius con ilustraciones inéditas y dedicatorias de autores españoles. Tras un brevísimo vistazo al stand de X-Box (donde se ponga un comic…), y con la pena ya encima, eché un último vistazo al recinto, perdiéndome en la marabunta de gente que aun quedaba allí, miré hacia la salida y simplemente salí.


junto a un amigo, R2D2


Lo he disfrutado todo, y aunque sienta que me dejé cosas por ver y disfrutar, fue la compañía que tuve en todo momento a mi lado lo que lo hizo especial. El año que viene, si se tercia, más y mejor.

9 de mayo de 2012

Crónica de un recién estrenado "salonero" (Parte I)


gigantesco cartel del evento

El jueves día 6 de mayo fue, lo que militares peliculeros llamarían, el día D y la hora H, para este humilde servidor. Era mi primer año en un Salón del Cómic, y no cualquier Salón, sino el 30º Salón del Cómic de Barcelona (¡estreno por la puerta grande, sí señor!).

Ataviado con una de mis camisetas de Batman y con mi pequeña padawan a mi lado crucé las puertas, donde pude contemplar (y aquí llegó mi primer “¡oooh!”) que la entrada estaba flanqueada por dos grandes urbes del mundo del cómic: a mi derecha la luminosa Nueva York, con el Daily Bugle en uno de sus edificios y nuestro querido amigo y vecino Spider-Man surcando los cielos. A mi izquierda, la oscura y peligrosa ciudad de Gotham, donde la señal del murciélago iluminaba sus edificios.



Gotham y Nueva York: ciudades de cómic


Situado en el centro del Salón, mi vista se perdía entre tanto colorido, distinguiendo personajes a cada vistazo que echaba: Batman, Superman, Juego de Tronos, Dragon Ball, e incluso el mismísimo Snoopy junto a su inseparable Charlie Brown estaban presentes.

Los stands de ECC (donde pasé gran parte del Salón) y Planeta eran los más vistosos a la izquierda del recinto, uno frente a otro, junto al de Norma, situado en la zona de la derecha. ECC tenía un telón inmenso con los personajes principales de su Nuevo Universo: Green Lantern, Batman, Superman, Flash y Wonder Woman junto a una maqueta de la nueva JLA a tamaño real para que fans e incondicionales se pudieran fotografiar (llegar y foto, si, habéis acertado).


telón del stand de ECC con la nueva Liga de la Justicia


Una vez recuperado del shock comiquero y de las primeras fotos a diestro y siniestro, entré en el stand de Planeta y tras ojear varios comics (Severed de Snyder, incluido), me hice con el facsímil gratuito del nº1 de Dragon Ball, en conmemoración del 20º aniversario de su publicación (las prisas en cogerlo me hicieron llevarme uno en catalán, gajes del principiante).

De stand en stand pude disfrutar de miles y miles de comics apilados. Antiguos números de Zinco, tomos de Norma, mucho material de Planeta, las novedades deceras por parte de ECC. Era como echar un vistazo atrás en el tiempo y ver, con algún añito más, la historia del cómic en España.


las novedades de ECC sobre el Nuevo Universo DC

Mientras disfrutaba de las figuras expuestas: Hulk, los X-Men, Predator, Alien, personajes del anime y del manga, figuras del cine de terror como Freddy Krueger o Jason Vohernees escuchaba conversaciones entre comiqueros, vendedores y coleccionistas que me hacían sentir bien, a gusto donde estaba.

Mi primera sorpresa del día me la llevé en mi regreso al stand de ECC, donde ojeando las novedades de su Nuevo Universo, al girarme, pude ver como el mismísimo Scott Snyder estaba a escasos metros de mí (me puse nervioso cual colegiala en un concierto del Bieber ese) y tras pasar detrás de mí, y dejar que se me pasara la emoción, continué con mi paseo salonero.


Scott Snyder de visita por el stand de ECC

Tras disfrutar de las exposiciones de Blacksad (sencillamente preciosos los dibujos y bocetos) y de Paco Roca (¡cachis que no pudiste asistir!) por la mañana, continuar mi paseo observando todo a mi paso (ingesta de dorayaki incluida cual Doraemon) tocaba hacer una pausa y salir a comer fuera.

Ya por la tarde disfruté de la exposición de originales del relanzamiento de DC Comics, fotografiando todo, disfrutando cada trazo. Me pasé por una galaxia muy, muy lejana donde un trooper casi me dispara y donde la princesa Leia escapó a mi vista en un plis plas. Me monté en la Enterprise donde recordé a Sheldon Cooper y eché de menos a Spock.


casi no salgo vivo pero el tropper fue piadoso conmigo

De vuelta al stand de ECC (si, otra vez) y tras aglutinar tarjetitas y octavillas varias, me llevé el chasco de no poder tener las firmas de Scott Snyder y Greg Capullo (iba por número y bla, bla…), así que, ya que estaba allí, presté atención a la pequeña entrevista que tenía preparada el equipo de ECC allí presente y la posterior sesión de firmas.

Finiquité el día con la grata sorpresa de que, tras acabar su sesión de firmas, les pillé por banda y me hice una foto con ellos, uno a cada lado, con la presencia del murciélago justo detrás.


la foto del día: junto a Snyder y Capullo

Era el momento perfecto y lo conseguí así que tras dar tumbos por el Salón algún rato más cogí caminito de casa, que había que descansar, que ya tocaba.

8 de mayo de 2012

Lobezno va al Infierno de la mano de Jason Aaron



Si hay alguien que pueda plantarle cara a Lobezno después de la larga lista de enemigos muertos que ha ido dejando a lo largo de su vida, ése sería alguien que, o ya esté muerto o que sea un ser de otro mundo e igual de cabrón que el de garras de adamantium. Esa sería precisamente la idea (¡Vamos, digo yo!) que le pasó por la cabeza a Jason Aaron cuando Marvel le encargó la nueva serie regular del personaje.

Y no os llevéis las manos a la cabeza, ya que lo que puede parecer una “ida de olla” en toda regla no es ni mucho menos tal cosa, sobre todo si está bien narrada y el dibujo acompaña (y mucho). Y he aquí que Jason Aaron no es nuevo en esto y sabe cómo llevar a Lobezno por la senda correcta (caminos infernales incluidos), mientras que los lápices corren a cargo del brasileño Renato Guedes, con un dibujo impresionante y detallista pero sin abandonar el tono comiquero (o sea, sin ser un Alex Ross).




 En este primer arco argumental, titulado Lobezno va al Infierno, tenemos el alma de Logan en el mismísimo Infierno, lugar al que no sabe cómo ha llegado, y que voz en off en mano, profundiza bastante en sí mismo, en sus miedos, sus deseos, sus creencias y sus frustraciones ante la vida que ha llevado.

Allí acabará luchando contra todos los enemigos que ha ido matando a lo largo de su vida y donde se llevará más de una sorpresa, mucho más allá de torturas infrahumanas típicas del Infierno, mientras intenta encontrar una salida.


 
 Paralelamente a esta historia, tenemos a Melita Garner, actual novia de Logan, que es atacada por un grupo de desconocidos y que, sorprendentemente, es salvada por Mística. Melita se entera de que el alma de su novio está atrapada en el Infierno y que su cuerpo, poseído por una maléfica entidad, está matando a sus seres queridos. Con la ayuda del mismísimo hijo de Satán, Hellstorm, y los motoristas fantasma intentarán a toda costa traer el alma de Lobezno al cuerpo a donde pertenece.




Sí. Lo sé. Todo suena muy a El Fin de los Días y demás historias apocalípticas pero, como dije al principio, esta posible “ida de olla” de Aaron está muy bien planteada, profundizando en el personaje, lo que lo convierte en un buen punto de arranque de la serie dejando aun en entredicho quienes son los encargados de haber mandado al ex Arma-X al Infierno, el por qué, y cuáles serán los pasos a seguir, ya que todo esto solo es el preámbulo de algo aun más grande.

Si no te llega a gustar, lo entendería, pero a mí me puede Lobezno así que sacaré las garras y arañaré el mismísimo infierno.