28 de abril de 2012

¡Vengadores Reuníos!




Por fin se estrenó la película más esperada por los fans y más deseada por Marvel, Los Vengadores. Tanto Facebook como Twitter sigue siendo un hervidero de comentarios y opiniones, tantos de expertos en el tema como de simples aficionados con o sin tablas en el mundo del cómic, y creo que seguirá siendo así bastantes días más.

Anteriormente, las películas El Increíble Hulk (2008), Iron Man (2008), Iron Man 2 (2010), Thor (2011) y Capitán América: EL Primer Vengador (2011) habían ido tejiendo el gran universo Marvel, dejando claro los orígenes de cada uno y poniendo sobre la mesa las piezas de un gran puzle. El encargado de unir todas esas piezas y dar sentido a semejante proyecto es Joss Whedon (que muchos conocerán por la excelente serie de ciencia-ficción Firefly) acompañado, en su banda sonora,  de un inspirado Alan Silvestri (Regreso al Futuro, Depredador, Forrest Gump, etc.).




Las noticias publicadas desde su anunciado estreno han sido bastantes: fotos del rodaje, teasers, trailers, incluso algunos minutos del metraje. Sinceramente hace algunas semanas antes del estreno maldije a Marvel por enseñar tanto material, ya que desvelaba, para mi gusto, demasiadas cosas. Pero me he tenido que comer mis palabras, ya que una vez vista la película, ese material anunciado a bombo y platillo por toda red social y web que se precie, no muestra ni el 5% de la magnitud de la obra de Whedon.




Robert Downey Jr. en la piel/armadura de Tony Stark/Iron Man continua con ese humor que tanto crispa a más de uno y que hace que se coma la escena cada vez que sale. Thor, pese a estar más en segundo plano cumple de forma decente y nos regala más de una escena al más puro estilo Marvel. El Capi, al igual que Thor, anda en un segundo plano, aunque en su caso, ese segundo plano es más imaginario que real, ya que asume en cierta forma el liderazgo del grupo a pachas con Stark. La Viuda Negra lidia entre sus fantasmas personales y su trabajo en S.H.I.E.L.D. aportando su granito de arena de forma efectiva. Realmente pensé, cuando me senté en mi butaca del cine, que Whedon solo la haría pasearse con ese traje de cuero luciendo tipito (¡Iluso de mí!).

Con respecto a los nuevos en llegar, Ojo de Halcón me ha sorprendido gratamente ya que, cuando se dio a conocer que Jeremy Renner se haría cargo del personaje, no las tenía todas conmigo. Pero aquí Whedon me da otra lección y lo convierte en un gran personaje con una actuación muy, muy comiquera.




Y para terminar mención especial a Mark Ruffalo y su Hulk (¡Joder lo que acojona!). Este si es el Hulk que se esperaba, digno de Marvel. Tanto en el papel de Bruce Banner como en el del coloso esmeralda, cumple rozando el sobresaliente. A mí personalmente me gustó el Hulk de Louis Leterrier interpretado por Edward Norton, pero este bicharraco hace honor el gran personaje verde marvelita.




Del lado malo malísimo tenemos a Loki (Tom Hiddleston), hermanastro de Thor y obsesionado con el poder, que Whedon nos presenta mucho más terrenal que su personaje en los cómics y que, sinceramente, tiene momentos fascinantes.

Si a todo este elenco de superhéroes míticos de la Máquina de los Sueños sumamos secundarios de lujo como Nick Furia, el agente Coulson, Maria Hill, un ejército Chitauri con ganas de conquistar la Tierra destrozando todo a su paso, momentos cómicos más que necesarios (¡Qué grande eres Robert Downey Jr.!) y una escena final post créditos que te deja babeando cual cachorrito, tenemos para nuestro disfrute friki/comiquero/cinéfilo un producto sobresaliente y muy sólido, no solo como película, sino como fiel representación de los cómics y el espíritu Marvel.




No lo dudéis. Si os gusta la acción, id al cine. Si os gustan los cómics, id al cine. Si os gusta el cine, ya sabéis, id al cine y luego no digáis que no os avisé.

Señor Whedon, a sus pies y… ¡VENGADORES REUNÍOS!

21 de abril de 2012

Mis Disculpas, Spider-Man



Le debía una disculpa a Peter Parker, bueno, mejor dicho a Spider-Man. Yo, iluso de mí, hace bastante años, catalogué al trepamuros como un personaje de comic para jóvenes imberbes, no comparable a personajes más adultos, más complejos y con una trascendencia heroica más universal. Tildé incluso al personaje de adolescente de mucha cháchara y poca chicha (¡Lo sé señor Lee, azóteme!) y fui dejando de lado sus historias cual villano sin escrúpulos.




Pero la vida da muchas vueltas, y el tándem formado por Marvel y Brian Michael Bendis hicieron que me redimiera haciéndome entonar el mea culpa en do mayor. Cuando la editorial norteamericana anunció la muerte del personaje en el Universo Ultimate, la colección ya estaba llegando a su fin y apenas pude ojear páginas sueltas en inglés. Esas últimas viñetas me dejaron mudo, y me hicieron recapacitar en la importancia de tal personaje. Fue Spider-Man y murió siéndolo. Luego vino el mundo después de Spider-Man, las reacciones de los demás superhéroes en Ultimate Fallout (editado por Panini como Ultimate Comics: Consecuencias) que aun tengo pendiente para poder profundizar en ello.




Pero lo que reafirmó mi decisión de retomar las historias del arácnido fue la noticia, allá por agosto de 2011, del sustituto de Peter Parker, de nuevo de la mano de Brian Michael Bendis, Jonathan Hickman y Nick Spencer en los guiones y Sara Pichelli, Salvador Larroca y Clayton Crain a los lápices. Sustituto que no es ni más ni menos que un jovenzuelo hispano de raza negra llamado Miles Morales (¡Viva la diversidad!). Un simple crío de instituto que se ve sorprendido por unos poderes que no comprende y que le ponen en un dilema moral, sin saber qué hacer y sin saber a quién acudir.




A día de hoy he podido leer los primeros 9 números USA y estoy enganchado. Morales te acerca tanto a su historia, te hace partícipe de sus dudas, de sus nuevos poderes, de su incipiente sentido heroico, que no puedes ignorarlo. Si a eso le sumamos un guión sólido (¡Cómo le ha cogido la medida Bendis a Spider-Man!) y un sabor a déjà vu para los más nostálgicos, hacen de este nuevo Ultimate Comics Spider-Man Vol. 2 una lectura muy recomendada y, por qué no decirlo, casi obligatoria.

Bienvenido de nuevo a mi vida Spider-Man, bienvenido Miles Morales.

15 de abril de 2012

Feliz 25 Aniversario, Depredador



Una selva, un grupo de élite al rescate y un bichejo más cabrón que Rajoy con los recortes jugando al gato y al ratón. Si a esto le sumamos un Arnold Schwarzenegger con los brazos como niños de 5 años solo puede resultar un producto palomitero/ochentero para amantes de la acción. Señoras y señores, saquen los gorritos y los matasuegras que nuestro querido Depredador cumple 25 años.

Fue en 1987 cuando John McTiernan (Jungla de Cristal, La Caza del Octubre Rojo, etc.) rodó en una selva sudamericana Depredador. Película sin ninguna complicación, con un guión bastante simple que con el tiempo se ha convertido en todo un clásico, contando en su corto reparto con Arnold Schwarzenegger y Carl Weathers (Apollo Creed en Rocky).




Todo empieza cuando un grupo especializado en rescates es llevado a una selva para cumplir una misión. Misión que resulta ser falsa pero que acaba con los enemigos allí presentes muertos a base de cuchillazos, disparos y explosiones. Tras rescatar a una rehén se ven rodeados por guerrillas del lugar teniendo que salir echando mistos de la zona, camino de un helicóptero que les pondrá a salvo. Lo que no sabe nuestro querido Gobernator es que anda suelto un cazador alienígena que tiene su coto de caza justamente ahí y que, uno a uno, va matando, muy a lo bestia, a los miembros del grupo.

La película, para mi gusto, ha sabido llevar bien el paso del tiempo ya que vista una vez más sigue manteniendo esa tensión, y se sigue respirando esa desesperación que se apodera de los protagonistas, todo gracias a la inquietante banda sonora de Alan Silvestri. Para el recuerdo quedarán frases como "- Eh tío, estás sangrando. - ¡No tengo tiempo de sangrar!" ó "Si sangra, podemos matarlo".




Como curiosidad os dejo dos detalles del rodaje: la sangre del Depredador estaba hecha con el contenido de las barras fluorescentes que hemos visto en más de una película como artículo de supervivencia y de lubricante íntimo ¡toma ya! y que la persona que lleva el traje de Depredador sale a cara descubierta al final de la película copilotando el helicóptero que salva a Schwarzenegger.

Feliz cumpleaños Arnold, feliz cumpleaños Depredador.